Paisajes interiores, 2017
Cuando viajamos, siempre vemos algo, contemplamos algo que está cambiando, y no nos damos cuenta de nuestros propios cambios. Algunos, ni siquiera piensan que el arte de ver los cambios es también el arte de quedarse inmóvil. El viajero cuya mirada se dirije hacia su propio ser puede encontrar en él mismo todo lo que busca. Esta es la forma más perfecta del viaje.
Desde la mirada del observador que cada uno lleva dentro, debemos ser capaces de poder ver cómo migramos de un paisaje a otro, siendo el paisaje una metáfora al estado de ánimo en que nos encontramos. Somos viajeros perennes dentro de nuestro propio ser.